Los secretos de la escribanía al descubierto

La escribanía fue durante muchos siglos una ciencia y un arte que pocos sabían realizar ya que no había acceso a la educación para todos y solo unos pocos sabían leer y escribir. Por este motivo, las escribanías se encontraban normalmente en las grandes casas donde los dueños, también conocidos como escribanos, tenían un despacho desde el que trabajaban con la ayuda del servicio que acudía al sonido de las campanas o timbres que solían colocarse sobre los escritorios.

El significado del concepto escribanía

La escribanía es un objeto mobiliario compuesto por un soporte en el que se almacenan y clasifican elementos variados utilizados para escribir. Entre los más destacados están la pluma o el bolígrafo, el tintero, la salvadera, el cuchillo o abrecartas y el timbre o campana.

A los profesionales de la escribanía se los conoce como escribanos. En un principio ellos eran los representantes oficiales de seguridad judicial, concretamente, su presencia era obligatoria para poder dar fe y dotar de legalidad a escrituras y firmas de documentos públicos. Aunque en un primer momento esta tarea jurisdiccional era desarrollada por los integrantes de la iglesia, los constantes cambios sociales y políticos propiciaron el cambio de los eclesiásticos por los escribanos profesionales.

Tipos de escribanía

Hay escribanías de todo tipo. Las hay producidas en metal, en mármol, en madera, en plata y hasta en oro. Todo depende de lo que se esté dispuesto a pagar por ellas y por el resto de sus complementos.

Las escribanías pueden ser:

  • Escribanías simples. Las escribanías más simples constan únicamente de dos o tres piezas: el tintero y la pluma o bien, a los anteriores, se suma el abrecartas con el que se abría la correspondencia postal.
  • Escribanías compuestas. Las escribanías completas unían algún elemento más al conjunto. Se habla de escribanías compuestas cuando cuentan con los artículos considerados “indispensables”, es decir, la pluma, la tinta, la salvadera, el abrecartas y, por último, el apagavelas.
  • Escribanías decorativas. Dentro de este grupo entrarían los escritorios de hoy en día. Escritorios en los que la pluma y el tintero tienen forma de lápices, bolígrafos e incluso tinta de impresora. Por su parte, los abrecartas y los platillos continúan sin tener sustituto. Ahora, los escritorios tienen menos papeles y más dispositivos electrónicos como ordenadores, teléfonos móviles o impresoras.

En el mundo todavía existen apasionados de la antigua escribanía que coleccionan o, en muchos casos, siguen utilizando los artículos de la escribanía para realizar escritos o bien para crear documentos personalizados.

Logos Kit Digital